Labiales rosas

¡Hola hola!

¿Qué tal la vuelta a la vida sin mascarillas? ¡Yo contentísima! Deseaba tanto la llegada de este momento… Reconozco que al principio me sentí rara, y, supongo que ahora nos tocará otro proceso de adaptación, pero estoy tan feliz de poder ir sonriéndole al mundo!

Por eso hoy vamos a hablar de labiales, concretamente, los rosados… Pero los rosados fuerte.

Del primero que os voy a hablar es del Lasting Finish by Kate de Rimmel. Existe en rosa y rojo, aunque yo soy más fan del primero. Es un rosa super especial porque, aunque parece que resalta mucho, realmente queda muy natural y favorecedor. Eso sí, notar, se nota, pero para ser un rosa tan fuerte, no queda nada artificial.

 Tiene una textura cremosa, pero fija, pues al poco de echarlo ya no «hace resbalar» los labios y sientes como el tono permanece en los labios sin que se escurra. Tiene una duración bastante alta, durando sobre 6 horas. Si bebes, permanece; pero si comes comidas muy aceitosas se va. Esto tiene sentido, pues el mejor desmaquillante es el aceite.

labial kate moss rimmel 05

Otro de mis favoritos es de Dermacol. Dura aproximadamente unas 5 horas y, como el anterior, al comer corre riesgos, pero bebiendo aguanta perfectamente. Es un tono rosa frambueso super bonito y muy natural. Hidrata mucho los labios, dejando una sensación maravillosa en ellos. Una de las cosas que más me gusta es que es de apertura mediante «click», lo que hace que llevarlo de viaje sea muy seguro. Este actualmente está descatalogado, pero hay uno muy similar llamado Magnetique de Dermacol.

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Y por último, no podía falta un top en mi cajón, que es el lickable de MAC. Tiene añísimos, pero ahí lo sigue, dándolo todo. Es un rosa fucsia subidito con un subtono azul que hace que los dientes se vean más blancos. Dura muchísimo (como antes, comer siempre es un problema). No se agrieta ni deja residuos y deja una sensación muy hidratada en los labios.

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Decantarse por uno sólo es muy difícil. Quizá el de Dermacol es un básico en mis labios, pero los otros dos le siguen muy de cerca y, asumo que les tengo un cariño especial. Tras dos años en casi standby, ahora vuelvo a lucirlos muy gustosamente y deseando estrenarlos todos a todas horas. Eso sí, festejemos esta retirada de mascarillas con sentidiño.

Mua!