Hola hola!
Qué tal? Como vais llevando este otoño? Por aquí el frío se empieza a notar y los jerseys ya forman parte de la vida. Siempre me cuesta hacer el cambio de ropa, tanto para frío como para calor, pero mi cuerpo, ya por fin, sabe que hace frío.
Hoy os voy a hablar de un producto algo diferente. Se trata de los cepillos de dientes de bambú. A estas alturas de la vida supongo que ya todo el mundo sabe lo que contamina el plástico, tanto para hacerlo como para deshacerlo, por eso hay que evitar usarlo. Hace poco se prohibió todo el plástico de usar y tirar en Europa (lo celebro!), el siguiente paso es seguir apostando por productos que reduzcan su uso y, por lo tanto, su impacto en el medioambiente.
Los cepillos de dientes de bambú son la alternativa perfecta a los de plástico. Hasta hace poco existía un modelo básico muy poco ergonómico, pero la industria ha evolucionado y los de ahora son mucho más cómodos. En concreto os hablo del cepillo dental KUMPAN, disponible de forma individual o grupal; para niños/as o para adultos/as; dureza suave o media…
Como os decía, todos los cepillos que había probado de bambú eran muy duros y cero ergonómicos, además de demasiado suaves. Por fin encuentro uno que ofrece otro tipo de dureza por un precio asequible. En este caso, yo compré el pack, pues me apetecía que los más peques también tuviesen su cepillo de bambú. Vienen varios colores, aunque, honestamente, prefería que fuese un color más natural para evitar tintes.
¿Lo mejor de todo? ¡Es compostable! Cada vez vemos más como en las ciudades hay compostadores compostadores comunitarios donde echar restos orgánicos. Todo esto pasa por un proceso de fermentación que lo convierte en abono, por lo que se elimina el residuo. Pues como el cepillo es de bambú, basta con tirarlo a un compostero, tanto comunitario como privado, y dejar que la naturaleza haga el resto.
Y este material no sólo se usa para limpiar tus dientes, también podrás encontrar en cepillos de pelo de bambú, en maceteros e, incluso, en fibras téxtiles, para confeccionar tropa sostenible.
Vamos, ¡que el bambú ha llegado para quedarse! Pero como todo, el problema llega cuando escogemos una materia y la explotamos hasta que no da más de sí. Lo perfecto es el equilibrio y explorar otras materias orgánicas de las que también podemos sacar beneficios que sigan cuidando el medioambiente y mantengan el equilibrio en la naturaleza.
¡Nos vemos en la ppróxima! ¡Mua!
Invigorando la revista web. Te seguiré. Realmente me encanta tu camino de explicar. ¡Lo hiciste bien!,