¡Hola hola chicas! ¿Cómo va el verano? Yo estoy disfrutando muchísimo de las vacaciones, combinando playa con escapadas, ¿hay mejores placeres en la vida?
Hoy quería hablaros de cómo cuidar nuestra piel en verano, pues es una etapa en la que se siente muy agredida por el cambio de hábitos tan drástico al que nos sometemos. De pasar de estar abrigadas y duchándonos, por norma general, una vez al día, pasamos a estar al sol, al calor, luego con el aire acondicionado, bañarnos en el agua salada de la playa, luego con el cloro de la piscina, luego una croqueta en la arena, sudamos, nos duchamos más veces… Todo esto nuestra piel lo siente y lo padece, por lo que es muy común que nuestra piel en estas fechas se pele, se escame y se muestre dolorida.
Paso 1: Preparar la piel para la exposición al sol
Nos guste o no, en verano estamos muy expuestas al sol, aunque no tomemos el sol diariamente. Ya sólo el hecho de estar en la calle hace que el sol nos esté dando. Lo primero es que tenemos que tener una piel bien hidratada y preparada para que las agresiones no le afecten, y esto se consigue a través de una hidratación diaria, a poder ser después de la ducha con la piel algo húmeda; y una exfoliación cada semana o cada 10 días. Esto es necesario para eliminar las pieles muertas y que la hidratación que nos aportamos sea 100% efectiva.
Ya os he hablado alguna vez, pero mi exfoliante favorito es y será siempre el exfoliante corporal reafirmante Collistar Special Perfect Body. No sólo exfolia a la perfección, sino que te deja una sensación increíble en la piel gracias a su aceite.
Paso 2: Proteger la piel del sol
Para proteger la piel del sol es necesario utilizar protección solar con un factor alto. No pienses que por estar morena te llega un factor 10, pues el factor no va en función de tu color de piel, sino en el tiempo que vas a estar expuesta. Cuanto más protección, más tiempo te cubrirá, por lo que usando un factor de 50 no tendrás que estar renovando la crema de forma tan repetitiva como si usases un factor 15.
También es importante diferenciar entre la crema que usamos para el cuerpo y la que usamos para la cara, pues la piel de nuestro rostro es diferente, por lo que es mejor utilizar un crema específica. En esta entrada de «Protección solar: cómo hacerlo bien«, mi compañera os explica unos consejos que seguro que os sirven de mucho.
Paso 3: Nutrir la piel
Después de la exposición al sol es bueno utilizar un buen after sun que nutra tu piel al mismo tiempo que la refresca. De esta forma evitarás pelar y le darás un toque de hidratación añadido, muy necesario en estas fechas.
Actualmente tenemos una gran variedad en la que elegir, aunque mi recomendación es este bálsamo after sun de Collistar, en formado «bajo la ducha». Te lo aplicas con la piel húmeda y luego aclaras. Es super refrescante, pues es mentolado en sus segundas notas; al principio no notarás este frescor, pero al pasar el agua va a ser una sensación muy agradable. Este bálsamo cuida, hidrata y regenera, al mismo tiempo que intensifica y prolonga el moreno.
Con todo esto, ¡prepárate para lucir un moreno radiante y cuidado!
Ya sabes que puedes encontrar todos los productos que necesitas a muy buen precio en tu tienda de perfumes y cosmética. Pero no todo es estética, recuerda que la exposición al sol también puede causar cáncer de piel y otros problemas cutáneos, por lo que cuidarla siempre va a ser un acierto.
Y no te olvides, por cierto, de cuidar tu alimentación con alimentos de temporada y mucha fruta. El tomate, la zanahoria, remolacha, sandía, melón… Son tus amigos. Prueba a hacerte también tus propios batidos, otra gran forma de comer gruta.
Buen verano!