La chapa
Lo que veis en la parte superior es el coste en dólares por cada hora de un trabajador de manufactura textil que soporta la empresa que lo contrata (el mapa tiene un pequeño buscador, funciona también en castellano). Es una estadística difícil de obtener, ya que existen enormes variaciones en el coste entre empresas localizadas en la misma ciudad, y los estudios de la Organización Internacional del Trabajo indican que normalmente hay diferencias entre los costes de las estadísticas oficiales con lo que realmente se puede contratar.
Así pues, me he basado en los informes de Werner International y he intentado hacer algunas piruetas con las estadísticas oficiales, además de preguntar en foros o webs de los países estudiados para ver si les parecía que las cifras estaban bien. Mi conclusión es que seguramente sean los datos más fiables de los que se puede disponer.
Desde aquí tengo que hacer una crítica a la Organización Internacional del Trabajo, que no dispone en su base de datos de cifras lo suficientemente segmentadas, algo que parece mentira, pues es un sector que siempre está en el foco del interés público. Me puse en contacto con la oficina que llevaba estos datos pero parece ser que hasta el 18 de Agosto no vuelven a trabajar, de modo que si me cuentan algo nuevo actualizaré los datos.
La historia
Como sabéis el sector ha sido blanco de numerosas críticas. Desde las difíciles condiciones laborales de los trabajadores en los países asiáticos, bajos salarios, los efectos de la deslocalización, etc. Es un tema interesante para tratar.
Como se puede observar en el mapa, el coste laboral de los trabajadores chinos es superior a otros trabajadores del sudeste asiático. De hecho, el coste lleva subiendo desde hace varios años, siendo actualmente de entorno a unos 400$ mensuales por cada trabajador.
El primer efecto que produjo esto fué el traslado de muchas líneas de producción del sector (y de otros también) hacia países circundantes a China. Mano de obra más barata, cercanía con el ecosistema empresarial y de transporte chino, y sobre todo, ausencia o gran debilidad de los sindicatos en la zona (uno de los puntos más interesantes para estas empresas, que nadie se lleve a engaño).
De cara al consumo Europeo también se está introduciendo, muy poco a poco, la idea de trasladar la producción a Europa del Este. Aunque, salvo algunos países como Bulgaria, el coste de contratación de los trabajadores es superior a China, la cercanía con Europa tiene varias ventajas.
En primer lugar, la larga tradición industrial de los países del este. La URSS dejó un legado importante en este sentido, y ese es un trasfondo en la cultura empresarial de los países del este que puede resultar muy útil para los productores. Esto, junto con una similitud cultural mucho mayor, permite que la comunicación y los métodos de trabajo congenien mejor. Evidentemente, el Know-How y la ética de trabajo en China ha mejorado mucho con el tiempo, pero parece ser que en esa jungla empresarial que es China sigue habiendo muchos problemas con los que lidiar. En estos hilos de Reddit podéis leer las historias de gente que se dedica a la importación/exportación en Asia, y los problemas que suelen encontrar.
Uno de los comentarios más votados dice:
I’ve been doing this same type of work for about 10 years. I learned to never be shocked by anything…ever, when in China (or anywhere else in Asia). […] For me the shocking part isn’t the factory or conditions or age because that has all gotten better over the years and can be controlled. My big issue is with the current gen x, gen y and millennialist of China. The wealth gap is being expanded (not shrunk). Many of These young silver spoon factory owner’s sons all drive around in $100,000 cars and have huge houses and live like playboys, but they don’t have the work ethic or acumen to sustain the Chinese business culture. Enlace
He podido tener más conversaciones en persona con gente que se dedica a actividades similares, y parece que esta sensación es compartida. Hay que estar muy encima de la producción, y tienes que dejar de sorprenderte por las condiciones de empleabilidad. Después hablaré más sobre esto.
Europa del Este permite, además, reducir mucho los costes de transporte. No es solamente que esté más cerca de los consumidores, sino que es mas fácil, por ejemplo, transportar por ferrocarril la mercancía. Así pues, la apuesta del sector textil por Europa del Este es tímida, aunque otros sectores más relacionados con la teconología se están tirando de cabeza.
Mi opinión
Si los únicos incentivos que ponemos a los productores asiáticos es que produzcan lo más barato posible, es evidente que las condiciones laborales de las manufacturas textiles no pueden mejorar. Sobre todo cuando la preocupación por dichas condiciones es mas estética que genuína. A nuestras marcas lo que les preocupa es la opinión pública, no que realmente la producción tenga unos estándares en el puesto de trabajo que sean aceptables. Controlar la producción es fácil, si no se hace es porque no se quiere.
Evidentemente mejorar las condiciones de los trabajadores asiáticos requiere forzosamente reducir los márgenes de beneficio. Ya no se puede tener a un trabajador en jornadas maratonianas los 365 días del año. Hacen falta mejores condiciones de higiene y seguridad y, aunque se pudiesen mantener los costes laborales mucho mas bajos que en Europa, habría aún así que subir los salarios, ya que muchas veces no alcanzan lo que la Organización Internacional del Trabajo llama Living Wages, más coloquialmente salarios dignos, que les permitan al menos tener un nivel de vida decente en su país, que muchas veces ni eso.
Un efecto colateral de la subida de salarios es que, paradójicamente, haría más atractivos los competidores del país que trata de solucionar esos problemas. Es decir, tendría que ser un problema a tratar en Asia como conjunto, algo que parece poco probable, sinceramente. Como ya expliqué antes, una parte de la mano de obra que antes se contrataba en China está siendo ahora contratada en países circundantes y más baratos.
Aunque una de las tendencias, como vimos antes, es establecer parte de la producción en Europa del Este, no creo que la subida de salarios en China y en el sudeste asiático vaya acabe por cumplir el sueño de mucha gente, que es que vuelva la producción a Europa. No sólamente porque los salarios europeos siguen siendo mucho más altos (aunque en nuestro país se han devaluado bastante), sino porque simplemente pueden mover la producción a otro nuevo país del tercer mundo. Los Chinos ya tienen el Know-How que nosotros perdimos y además también invierten en investigación, no se han quedado estancados. Ahora diseñan sus propios productos y competirán de tú a tú con nuestras empresas. Una vez que has transferido la tecnología y el conocimiento, si el país receptor sabe aprovecharlo, ya no hay vuelta atrás.